Hace un par de semanas tuve la oportunidad de ver junto a mi hija la mini serie inglesa «Adolescencia» la cual fué bastante intensa emocionalmente. No solo por la trama misma sino porque soy madre de una adolescente y adicionalmente profesional en el área de la tecnología, por lo tanto estoy a la vanguardia en temas de inteligencia artificial, privacidad de datos, cyberseguridad y otros.
Qué difícil resulta poner sobre la mesa dos preguntas difíciles y dolorosas del ¿Porqué un niño podría matar a una compañera de colegio? ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad y como padres?
El avance escalofriantemente rápido que tiene la tecnología, internet y las redes sociales podrían ser solo un síntoma de la violencia adolescente hoy en día, pero esta no crece de a noche a la mañana. Vivimos en una sociedad que vive actualmente una hiper conectividad que hace que a nivel social tengamos una desconexión emocional y poca empatía por lo que le suceda al prójimo, haciéndonos de la vista gorda ante tanta violencia que ya de por sí es diaria en todos los noticieros del país, que para colmos repiten y repiten las notas trágicas en donde mujeres son asesinadas, peleas entre grupos narcos, violencia intrafamiliar, cantidad ilimitada de accidentes de tránsito y una gran cantidad de títulos negativos. Cosas que ya dejan de ser noticia y se han convertido en una realidad para nuestra sociedad. ¿Qué nos queda? ¿Mirar hacia otro lado?

La trampa de lo digital: conectados, pero solos
Trabajo en internet, paso unas 8 horas diarias en internet, en redes sociales e incluso estudiando y analizando los algoritmos de las redes sociales y el comportamiento de las audiencias con las marcas. Como profesional las conozco por dentro. Sé cómo están hechas, sé lo que capta la atención y lo difícil que es soltar el teléfono cuando te atrapa el scroll infinito que no te quita minutos sino horas.
Ahora imaginen eso en la mente de un adolescente que está en pleno proceso de construcción de identidad. Como madre de una adolescente, vivo en una constante batalla diaria por que utilice el dispositivo móvil con medida, muchas veces no tengo buenos resultados, y eso me preocupa. Porque los adolescentes cuando uno dice no, ya empiezan tensos del porqué no y uno debe de dar mil justificaciones para convencerlos, muchas veces tampoco lo logramos.

Solo para que se den una idea...
TikTok o Fortnite no son solo entretenimiento: Talvez como padres o adultos pensemos que solo nos estamos entreteniendo, pero no, estos son espacios de pertenencia, de reconocimiento, de escape. También son lugares donde se normaliza la agresión, se distorsiona la realidad y se vive bajo una presión silenciosa y constante de ser algo o alguien que probablemente no entienden aún.
Lo peor de todo es que estas plataformas son sumamente adictivas y son catalogadas como peligrosas por su nivel tan alto de adicción, tanto como una droga.
Adicionalmente Tiktok también tiene ese mismo efecto en adultos mayores, creo que todos tenemos adultos mayores en casa o bien, la mayoría y estamos viviendo una transformación en los comportamientos de los adultos en donde pasan «pegados» horas frente a la pantalla. «Entretenidos solemos decir»
Como padres, debemos tener una presencia REAL para ellos.
No se trata de vigilarlos, desinstalar apps, poner gps o cualquier otra cosa que se les ocurra, es algo más humano. ESTAR PARA ELLOS. Compartir con ellos que no es lo mismo que convivir. Sacar el tiempo para conversar con ellos, preguntar como fué su día como se sintieron hoy, si hubo algo emocionante o si por el contrario algo algo no les agradó. Observar cambios de ánimo, silencios y hasta miradas. Y ofrecerles abiertamente el espacio para que puedan expresarse sin miedo a ser juzgados. Como padres no nacemos con un manual ni tampoco ningún papá es perfecto, pero hoy más que nunca debemos de ser padres informados y formados sobre todo en temas tecnológicos, de redes sociales, en temas de salud mental y hasta en como detectar señales de alerta.

Volver a conectar con nuestros hijos
La serie de Netflix: Adolescencia me dejó una mezcla de preocupación, dolor y gratitud.
La preocupación de que puede pasar o de meditar sobre los límites con el celular y el internet.
Dolor, porque identificada con los papás del protagonista, me sentí indefensa, con mucha incertidumbre y cuestionamientos de saber si realmente como padres responsables, estamos haciendo las cosas bien. Me mostró una realidad más cercana de lo que quisiéramos aceptar.
La situación específica de la serie, ha sucedido, y está sucediendo en muchas partes del mundo. Es triste, pero es algo que no podemos obviar.
Por último la Gratitud, porque me permitió hablar con mi hija de cosas que quizás nunca habríamos tocado de otra manera. Inclusive el conocer terminologías nuevas.
Conceptos que como padres debemos de conocer
En wikipedia el acoso escolar (matonismo, matonaje o bullying en inglés) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o social producido entre estudiantes de forma reiterada, tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en la clase y en los patios escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo mayor el porcentaje de niños que sufren violencia física, mientras que las niñas suelen ser más víctimas de violencia psicológica.
Según un estudio internacional del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) 2022 que analiza 80 países. Costa Rica es el país con mayor porcentaje de casos de bullying reportados en el mundo. 44% de los estudiantes se han sentido acosados en algún momento.
Según wikipedia es una subcultura que se manifiesta como comunidades virtuales de hombres que dicen ser incapaces de tener relaciones románticas y/o relaciones sexuales con mujeres, como sería su deseo. En muchos casos, tampoco se relacionan con las mujeres con las que se obsesionan, e incluso muchas de las víctimas de agresiones que han logrado sobrevivir reconocen que no conocían al victimario. Las discusiones que se producen en los foros incels se caracterizan por la misoginia, el resentimiento, la misantropía, y la apología de la violencia contra las mujeres y contra los hombres que se suponen sexualmente activos. En la película la niña hace bulling al niño con esto.
Las siglas según wikipedia significa en inglés: Men Going Their Own Way —traducido al español como «hombres que siguen su propio camino»—) es un grupo antifeminista formado exclusivamente por varones, que ostenta como principio el separatismo del hombre de las mujeres, ya que consideran que la sociedad fue corrompida por el feminismo y que las mujeres son abusivas e interesadas. Surgió y se expandió a través de sitios web y medios sociales, que forman lo que popularmente se denomina manosfera.
Es importante que como responsables de menores debemos conocer las herramientas con las que disponemos para protegerlos, sobre todo a nivel legal. En Costa Rica existe una ley de protección de datos y aplica a menores de edad también.
Las personas menores de edad tienen derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. Este derecho comprende la protección de su imagen, identidad, autonomía, pensamiento, dignidad y valores. Así es como lo establece el artículo 24 del Código de la Niñez y la Adolescencia.
Hace poco salió la Ley de Protección de la Imagen, la Voz y los Datos Personales de las Personas Menores de Edad, específicamente establece que se impondrá de diez a sesenta días multa a quien difunda, divulgue o utilice imágenes, la voz o los datos personales de una persona menor de edad, de cualquier modo que se haga y que permita la identificación de la persona menor de edad, sin el consentimiento expreso de las personas responsables legales. Lo anterior sin perjuicio de las responsabilidades civiles que puedan exigirse.
Prodhab en Costa Rica es el organismo encargado de la protección de datos de las personas. Aplica leyes contra bulling digital. https://www.prodhab.go.cr/
Con este artículo no pretendo tener todas las respuestas. Pero sí abrir preguntas. No soy psicóloga ni mucho menos, soy una mamá que ama a su hija y que esta película despertó la responsabilidad de dejar un poco de contenido para la formación y el análisis con el objetivo de ponernos a pensar y porque no, hacer cambios para tener una mejor relación con nuestros hijos.